Barcelona 17 de mayo 2020. Estoy en otro balcón, otra es la imagen del barrio, seguimos en confinamiento con poca flexibilidad, respiro el aire de esta mañana gris, hay mucho silencio, observo ventanas abiertas ventilando el aire de la noche.
Transitan muy pocas personas, podemos contarlas en un sitio en donde la multitud es la característica. Mi mirada se detiene en un papá animando a su niño a caminar; el pequeño con sus piecitos está dando sus primeros pasos, el papá extiende sus brazos para que llegue a él.
Nuevamente los recuerdos afloran en mi mente, hijos y nietos han pasado por mis brazos extendidos, hasta que un día esos mismos brazos los dejaron volar.
En fin, la vida misma, con encuentros y desencuentros, alegrías y no tantas, pero seguimos enseñando y aprendiendo.
Anoche recibí el llamado de mi queridísima sobrina Sofía, preguntando por la cocción de la torta de manzana que en un momento le enseñé. Un clásico ya de toda la familia. Hizo la reseña de la elaboración pero en la instancia del horneado entró la duda acerca de los tiempos. Entonces hoy propongo una rica torta de manzanas ya que Sofía me presenta la oportunidad de hacerlo.
Comenzamos con los ingredientes:
5 manzanas verdes
2 tazas al ras de harina leudante
150gr de manteca
1 taza al ras de azúcar
3 huevos
1 taza y media de leche
canela (optativo y si gusta)
esencia de vainilla
azúcar para hacer caramelo
Cortamos en rodajas las manzanas, y las reservamos.
En un bol ponemos los ingredientes secos (harina, azúcar) y la manteca en trozos. Con un cuchillo o con las manos vamos cortando la manteca dentro del bol convirtiendo todo en un arenado.
Al molde donde cocinaremos la torta le colocamos un poco de azúcar con agua y ponemos al fuego suave para obtener un caramelo.
Retiramos y disponemos las rodajas de manzana en toda la base y sobre ellas parte del arenado aplastando con las manos.
Luego agregamos todas las rodajas de manzanas que nos hayan quedado al arenado restante. Sumamos una cucharada de canela (recuerden que es optativo y sólo si es de vuestro agrado) mezclamos y volcamos en el molde aplastando un poco con las manos.
En un bol batimos los huevos con la leche, la esencia de vainilla y vertemos sobre la preparación.
Llevamos al horno precalentado por una hora y a temperatura media.
Una vez retirado dejamos enfriar.
Cuando haya enfriado, pasamos la base del molde por la hornalla encendida a fuego muy suave para que el caramelo ablande y podamos desmoldar.
Esta torta también se puede hacer sin caramelo.
Pero esta vez, en la fuente que llevaremos a la mesa o molde desmontable, previamente enmantecado y enharinado, pondremos la mitad del arenado en la base aplastando con las manos, agregamos todas las manzanas con la canela, cubrimos las manzanas con la otra mitad del arenado y finalmente esparcimos el batido de huevos, leche y esencia de vainilla. Horneamos de acuerdo con lo indicado y una vez que esté lista dejamos enfriar muy bien antes de desmoldar.
A Sofía le quedó espectacular, y así le quedará a quien la haga
hola 